Nuestra población cada día se envejece más y los hábitos y el estilo de vida modernos tienen consecuencias en la salud, por eso, cada vez tenemos más adultos con enfermedades crónicas que requieren el acompañamiento y el cuidado de alguien.
En esta época asistimos a un importante aumento en la expectativa de vida de hombres y mujeres, los hospitales y clínicas buscan reducir el tiempo de permanencia de los pacientes en sus instalaciones, una buena parte de la población no tiene seguridad en salud o no puede costear sus tratamientos y cuidados.
Estos factores llevan a que un grupo, cada día más creciente, de personas se ocupe de cuidar en el hogar a su pareja, padres, familiares o amigos que no pueden valerse por sí mismos y dependen, por su situación de salud y/o discapacidad, en menor o mayor grado, de estas personas.
Cuando un adulto mayor, está enfermo o discapacitado, es probable que la persona indicada para cuidarlo mejor sea un familiar, su pareja o un amigo, pues es quien mejor lo conoce o con quien ha tejido estrechos lazos de confianza; ser el cuidador de alguien exige ser el responsable de él o ella, velar por su bienestar y salud, respetando su dignidad, con paciencia, compasión, solidaridad y cariño.
Para el cuidador de una persona dependiente, que carezca de conocimientos y experiencia, esta tarea resulta muchas veces angustiante y pesada, además de que altera el quehacer diario de su propia vida. Ayudar a las personas dependientes requiere también entregar herramientas a los cuidadores para que mejoren sus conocimientos y el bienestar de su propia vida.
ASCODES en su compromiso de contribuir al desarrollo social y la salud de la población colombiana, ha elaborado una cartilla que ha denominado “El cuidador soy yo”, esperando que sea útil para cualificar el conocimiento y experiencia de las personas cuidadoras primarias y de esta forma ayudar a mejorar el cuidado de las personas dependientes
En el texto abordamos temas como la familia y el adulto mayor, los derechos de los adultos, el cuidador y sus funciones, la alimentación y hábitos saludables, aspectos psicológicos, cuidados posturales, seguridad del paciente, procedimientos básicos sin riesgo (baño, manejo de heridas), enfermedades crónicas y cómo manejar el tiempo libre de estas personas.
En este primer ejercicio seguramente se quedan temas y aspectos por tratar en este campo creciente del manejo de los adultos mayores, que esperamos abordar en el futuro.
Puede consultar nuestro texto en la página web sección biblioteca.